FACHADAS DE PRAGA
En el año 2002 estuve en Praga, recién acaecida una de las mayores inundaciones que se recuerdan en esta ciudad. De esta forma evité las grandes masas de turistas. Hace unos días volví a Praga. Me planteo desde hace años si el turismo acaba con el turismo. El centro de la ciudad está totalmente colapsado de ingentes grupos de personas, en las que inevitablemente estoy incluida, lo cual demuestra lo hermosa que es esta ciudad, que, pese a ello, no pierde su encanto. Bien inmersa en el gentío turístico, bien intentando escapar de él, he logrado por momentos aislarme para extraer, visual y emocionalmente, bellas imágenes que sin duda y a pesar de todo, alimentan el espíritu viajero que siempre me acompaña.
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